Cada especialista —médicos de cabecera, pediatras, neumólogos y cardiólogos, enfermeros, fisioterapeutas y veterinarios— deberá optar por el fonendoscopio que mejor se adapte a sus necesidades.
- Médicos de cabecera:
Los médicos de cabecera usan los fonendos diariamente. Los utilizan principalmente para escuchar la actividad del corazón y los pulmones en pacientes de todas las edades. La mayoría de los médicos de cabecera elegirán un modelo de campana doble, intercambiable, para poder examinar tanto a adultos como a niños con el mismo instrumento.
- Pediatras:
A diferencia de los médicos de cabecera, los pediatras solo atienden a niños. Por consiguiente, necesitan modelos específicos, que se diferencian de los modelos para adultos adulto sobre todo por el tamaño de su campana. Para que los niños no se asusten durante la auscultación, existen fonendos pediátricos de colores, e incluso algunos traen figuras de animales que pueden ponerse o quitarse fácilmente en la campana. La mayoría de los fonendos pediátricos tienen una campana simple y un anillo antifrío.
- Neumólogos y cardiólogos:
Los neumólogos y cardiólogos suelen decantarse por fonendos cardiológicos por su acústica de alta precisión. El precio de este tipo de fonendos es más elevado, pero la calidad de auscultación de sonidos de potencias bajas y medias y altas no tiene parangón cuando se trata de detectar posibles patologías pulmonares o cardíacas.
- Enfermeros:
Los enfermeros recurren a los fonendos sobre todo para medir la presión arterial.
- Fisioterapeutas:
Los fisioterapeutas lo utilizan para la auscultación pulmonar antes y después de la sesión. Dado que su auscultación es esencialmente pulmonar, suelen elegir fonendos con campana simple.
- Veterinarios:
Los veterinarios utilizan fonendos específicos para la auscultación de ciertos tipos de animales.